martes, 14 de marzo de 2017




CASA DE CULTURA JUTICALPA, OLANCHO, HONDURAS C.A.










En el centro de la ciudad de Juticalpa se yergue con toda majestuosidad el edificio de la Casa de la Cultura que tiene su historia de propiedad y construcción que reproducimos aquí para que generaciones actuales y las que vendrán tengan un conocimiento aproximado de lo que fue y es históricamente este local, hoy en servicio a la ciudadanía en general.

En las postrimerías del siglo diecinueve este inmueble pertenecía a Don José Melitón Sarmiento (de padre español) y su esposa Teodora Ávila Alemán. Esta era una casa de habitación de dos plantas, ubicada en la propia esquina. Aquí vivieron su niñez Servando, Francisco Lino, José Melitón, Pablo y Tomas Sarmiento Ávila. Con el correr de los años José Melitón hijo fue conocido como “Don Chepe” desempeñándose como brillante profesor de Ciencias Naturales y tres veces Director del Colegio La Fraternidad.

A finales de la segunda década del siglo veinte, Doña Teodora que había enviudado y heredado los bienes de don Melitón, vendió la propiedad a Don Francisco Siercke (extranjero de origen Alemán) por la cantidad de 14,000 pesos de la época. Este dinero, a petición de Doña Teodora, fue guardado por el mismo Francisco Siercke, entregándole periódicamente los intereses respectivos con los cuales vivió plácidamente en otra casa contigua, también de propiedad, hasta los 106 años. Después de su muerte los herederos cobraron el capital original en depósito.

Don Francisco Siercke estableció la más fuerte e influyente casa de comercio en Olancho, levantando en su lugar una hermosa construcción que ahora todos conocemos y que por el origen germánico del dueño, con sus balaustradas en ventanas y cornisa rompe con el estilo hispano criollo del resto de construcciones de la amodorrada Juticalpa de esa época.

Las labores de construcción de esta elegante casa comercial concluyeron en el año de 1923. Los trabajos de albañilería estuvieron a cargo de Remigio “El Tunco” Aceituno; el artesón fue obra del maestro Emilio Aguilar, y todas las puertas y ventanas se le encargaron al fino ebanista don Manuel Leiva.

En un esfuerzo por coronar tan noble obra arquitectónica, Don Francisco Siercke emprendió la monumental tarea de traer una máquina de hacer ladrillo, con dificultad también transporte el cemento desde Tegucigalpa, todo a lomo de mula, fue así como los olanchanos conocieron por primera vez el ladrillo de cemento. El maestro entendido en esos maravillosos ladrillo fue Don Pedro Morales quien fue contratado en Choluteca y traído expresamente para la elaboración y posterior enladrillado del edificio. Años después don Pedro se trasladó a la ciudad de Catacamas donde formo su distinguida familia.

La Casa Siercke de Juticalpa se convirtió en el principal centro comercial del departamento de Olancho. En su interior se podía encontrar toda clase de artículos necesarios para la vida cotidiana, así como artículos finos provenientes del extranjero: vinos, cristalería, telas, etc. Cabe mencionar que por aquello difíciles años no existían instituciones bancarias en la localidad, y los olanchanos recibieron este servicio en esa casa al hacer sus depósitos en efectivo a cambio de un recibo que les servía de comprobante. Este centro comercial dio empleo a personas que después fueron comerciantes: Francisco Veroy, Alberto Bu Castellos “Papa Beto”, que posteriormente se convirtió en empresario y dueño del famoso Bazar Olanchano que estuvo ubicado en el extremo norte del Parque Flores. Papa Beto llego a ser también alcalde de Juticalpa.

La Casa Siercke después abrió sucursales en Catacamas desempeñando el cargo de Gerente Don Alberto Díaz Osorio; en Gualaco don Gregorio Maradiaga y en Salamá don Armando Sarmiento Becerra. A nivel nacional la Casa Comercial Francisco Siercke y hermano tenía su sede o casa matriz en Choluteca con otras sucursales en Amapala, Tegucigalpa, Talanga y Guaimaca.

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, en la primera mitad de la década de los 40, el gobierno del general Tiburcio Carias Andino se declara de parte de las naciones aliadas y enemigo de la Alemania nazi, procediendo a confiscar todos los bienes de los ciudadanos alemanes residentes en el país. Es así como la Casa Siercke de Juticalpa pasa a ser propiedad del estado de Honduras, siendo el edificio ocupado en las décadas subsiguientes por diversas dependencias gubernamentales. 

Ahí estuvieron la Comandancia de Armas, El Batallón, La Gobernación Política, El Telégrafo, El Correo, Instituto Nacional Agrario, Hondutel. No pasando por alto el hecho que alguna vez sirvió también como salón de baile. Es hasta el 12 de Marzo de 1993 que el gobierno de Honduras dirigido por el Lic. Rafael Leonardo Callejas traspasa oficialmente el inmueble a la Sociedad Cultural Juticalpa para que sirva como sede de organización así mismo como Casa de la Cultura de Juticalpa. Desde esa fecha hasta la actualidad sigue desempeñando tal función.

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